
Los viajes deben planearse con tiempo sobretodo en lo que respecta a medidas sanitarias ya que algunas de ellas (vacunas, profilaxis de la malaria, etc) deben llevarse a cabo con la antelación suficiente para que sean efectivas. Es fundamental informarse sobre las características del lugar de destino, estación local, huso horario, situación política, sanitaria, comunicaciones, costumbres etc. Documentarse bien significa alejar temores y evitar sorpresas desagradables. Es recomendable hacer una fotocopia del pasaporte que deberá guardarse separada, así como también una fotocopia del certificado de vacunaciones y de la cartilla de la seguridad social. Los viajeros deberán adquirir cierta familiaridad con el sistema de asistencia sanitaria del país de destino y conocer la cobertura de su seguro. Para recibir información al respecto, deben dirigirse a las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), donde se les indicarán los acuerdos que sobre prestaciones de asistencia sanitaria tiene establecidos España con otros países. Existen compañías de seguros especializadas en el ramo turístico y puede ser interesante hacer convenios relativos a los gastos médicos extras, como pueden ser: retorno forzoso, dieta por hospitalización forzosa, posibilidad de hacer llegar al lugar un familiar o medicamentos difíciles de hallar, retraso en el regreso por motivos de salud, etc.
Visita al médico
Antes de iniciar un viaje, sobre todo al extranjero, es conveniente hacer una visita al médico de cabecera quién nos dará normas y recomendaciones a seguir según el lugar de destino y el tipo de viaje. En caso de padecer alguna enfermedad que requiera algún medicamento específico es recomendable que el médico extienda un informe de la misma indicando el tipo de medicamento y dosis. Las personas que están sometidas a algún tipo de tratamiento deben llevar la medicación necesaria en cantidad suficiente para cubrir el tiempo que dure su estancia en el extranjero. Es conveniente llevar la medicación repartida en lugares
distintos o en bolsos de mano por si se diera el caso de pérdida o robo de equipaje. Las personas con problemas alérgicos, deben tener en cuenta la época estacional del país de destino y la posibilidad de que se produzca una crisis durante el viaje.
Vestuario adecuado
Antes de partir conviene informarse sobre la estación y clima en el lugar de destino para elegir la ropa y el calzado adecuados. En lugares de clima caluroso, tropicales o subtropicales los vestidos deberán ser de fibras naturales (algodón, lino, etc), amplios, no ajustados y de colores claros. Es aconsejable cambiarse de ropa a menudo. No debes olvidarte cubrir la cabeza con sombreros o gorros. El calzado será cómodo, amplio y ventilado para evitar infecciones por hongos. Conviene llevar alguna prenda de abrigo (jersey, chaqueta, etc) ya que puede haber diferencias importantes de temperatura entre la noche y el día. En los hoteles, locales climatizados y aviones la temperatura es fresca. El contraste entre temperaturas aumenta la predisposición a los resfriados que pueden prevenirse usando la ropa adecuada. Se aconseja sacudir las sábanas y mantas antes de acostarse, así como la ropa y el calzado antes de vestirse, por si algún insecto u otro animal se hubiera ocultado en ellos. En zonas de clima frío llevar ropa de abrigo que proporcione la protección adecuada, así como guantes, gorros, orejeras, etc.
Otras medidas
Es recomendable el uso de gafas de sol sobre todo en viajes a zonas tropicales y subtropicales. Los usuarios de lentes de contacto deberán proveerse de los productos necesarios para el mantenimiento de éstas durante el viaje.