
A todos nos gustaría, y a muchos se nos ha ocurrido al menos una vez dejar todo en casa e irnos por un buen tiempo a hacer de trotamundos. Desde ya nunca es fácil tomar la decisión, hacerse el tiempo, conseguir el primer puntapié tampoco, sin embargo, te mostramos 10 Motivos para viajar , dejar todo y realizar la mejor experiencia de tu vida. No solo supone conocer nuevos lugares, nuevos amigos, nuevos paisajes… es también un ejercicio de vida!
Abre tus pensamientos y tu mente
Por propia naturaleza el hombre tiende a explorar, su entorno, su contexto, su hábitat y los ajenos, el mundo en el que vive no es la excepción. En este sentido es anti-natural quedarnos parados en un mismo lugar, con un mismo objetivo, una misma vida, una misma rutina, un mismo camino de casa al trabajo, una misma experiencia día tras día. Solemos acostumbrarnos a ello pero no por eso es natural. Contrariamente, viajar desnaturaliza esas experiencias estáticas de vida y nos llevan a abrir nuestra mente continuamente, aprendemos a ver variedad, a respetar, a conocer otras formas de vida, de cultura, de pensar y de ser, a vivir en armonía con la continua búsqueda y a apreciar cada aprendizaje como novedoso, sin vanidades ni delirios de grandeza.
Olvidarse de la rutina
Vivimos casi toda nuestra vida en una rutina, yendo a la escuela, a la universidad, al trabajo, en nuestras casas días y noches. Nuestra vida pasa delante nuestro programada y rutinaria. Muchas veces nos damos cuenta de ello y otras tantas no, pero verdaderamente viajar nos hace abrir los ojos en muchos sentidos y este es uno de ellos. Viajar rompe esa rutina y te lleva cada día a una aventura impredecible, a una experiencia nueva, a un mundo de estímulos que abrirá en tu cabeza un nuevo mundo que ya no podrás olvidar.
Libertad
No es algo tan solo poético, es un sentimiento que todo hombre debe sentir en su vida. Estar alejado de nuestras obligaciones diarias, de aquellas ataduras del mundo que a veces nos amarran y no nos dejan seguir nuestras intuiciones, nuestros olfatos, nuestras ganas de vivir… libremente. Viajar alimenta ese espíritu libre que es propio de los hombres desde el nacimiento. Nadie debe vivir esclavizado a nada, debemos luchar por seguir nuestro corazón y nuestro instinto en un verdadero acto de libertad.
Enfrentar y vencer los miedos
Todos tenemos miedos y los hay de muchos tipos. Lo importante en nuestra vida es enfrentarlos, y sobre todo, el de la Incertidumbre. Ese miedo que a veces no nos deja continuar hacia algo nuevo, algo distinto. Ese miedo nos paraliza en el tiempo y lugar que estamos, intentando perpetuarnos. Es muy importante poder vencer el “Que será de mi si…”, y viajar es la mejor manera no solo de enfrentarlo sino también de aprender a vivir con esa incertidumbre sin sufrirla y, contrariamente, disfrutándola. Un viaje largo te llevara por nuevas aventuras que te llenaran el alma y jamás podrías haber planificado.
“El riesgo más peligroso de todos es el riesgo a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieras, pensando que tendrás tiempo de hacerlo más tarde”
Vivir con menos nos hace verdaderamente ricos
Cuando viajas aprendes a vivir con menos, solo tu mochila, tu mapa, tu intuición y lo que te encuentres en camino bienvenido será. En una sociedad donde se nos demanda tener más y más cosas materiales para hacernos sentir una falsa sensación de saciedad, viajar nos enseña a vivir con menos y por ende ser verdaderamente ricos. Disfrutar de los momentos, de las personas, de los paisajes, de las aventuras, de las cosas que no se compran, que no se buscan, que no se reservan ni se ofertan. Solo es rico aquel que tiene lo que quiere, y viajando se aprende a querer lo que se necesita y lo que nos demandan querer por moda, por capital, por falsas necesidades. Cundo viajamos nuestra mochila es nuestro compañero y hasta con ella, aprendemos a no cargar más que lo absolutamente necesario ya que “las mejores cosas de la vida, no son cosas”.
Crecer personalmente
Solo nos damos cuenta de que hemos crecido al mirar atrás, el camino transitado. Naturalmente cada uno de nosotros ha nacido en un contexto, en un país, en una provincia, en una ciudad, en un barrio. Al viajar nos damos cuentas que todos los hombres crecemos pero no siempre separado de nuestro entorno más inmediato, pero que crecemos y aprendemos mucho, nos volvemos más solidarios, más abiertos, tolerantes y respetuosos. Todos los cambios y distintas situaciones a los que debemos adaptarnos nos hacen crecer como persona. Al Viajar aprendemos a hacernos responsables y a crecer desde nuestros errores. Sin darte cuenta, estarás aprendiendo en la universidad de la vida.
Conocerse profundamente
Viajar no es ir de un lugar a otro, no solo es conocer nuevas culturas, nuevas ideas, sino también de conocerse uno mismo. Replantearnos aptitudes, conceptos, maneras de ver el mundo y su gente nos conocernos desde lo más interno. Enfrentamos nuestros miedos y temores, aprendemos de aquellas situaciones en la que nunca nos habíamos puesto y descubrimos partes de nosotros que seguramente no conocíamos. Viajar es un aprendizaje continuo. Este fue el séptimo de nuestros 10 Motivos para viajar.
Desaprender lo aprendido
Al vivir viajando tu mente esta siempre abierta a nuevas experiencias, así lo hace naturalmente porque no te encuentras en tu punto de confort, te enfrentas a situaciones nuevas que no son las rutinarias. Aprendes así a ver un nuevo mundo distinto al que conocías, das cuenta que no todo es como se estudia en los libros y comienzas a cuestionar lo establecido. No hay manera que eso no te haga crecer, a avanzar en la vida y a caminar mientras el mundo camina.
Conocer nuevos amigos
Insistimos en que viajar nos abre la mente y quedos expuestos a nuevas experiencias, entre ellas… conocer nueva gente. Cualquier situación de viaje te acercara a nueva personas, nuevos conocidos, nuevos amigos. A veces eso nos asusta ya que conocer nuevas personas puede resultar algo difícil para algunas personas y mucho más sencillo para otras. Sin embargo te aseguramos que siempre conocerás personas en tu misma situación, con tus mismas inquietudes y gustos, con quienes disfrutaras las nuevas experiencias, pasajeras o no. Para aquellos más abiertos y dispuestos a conocer nuevas personas les recomendamos visitar algunas redes como Couchsurfing, donde se ponen en contacto viajeros de todo el mundo, no solo para intercambiar experiencias sino también para acercarse hospedaje. Una doble razón difícil de rechazar.
Conocer lugares asombrosos
Te hemos contado nueve razones personales por las que hacer un viaje largo, al menos una vez en la vida, es una aventura que no deberías rechazar. Viajar nos hace crecer en tantas dimensiones, pero también es la puerta de entrada muchos mundos, culturas y lugares asombrosos. Desde Francia, Ámsterdam, Nueva York, Italia, Budapest, Sudamérica, hasta rincones del mundo que jamás creías que existen.