Durante siglos los puentes han servido para conectar lugares y salvar accidentes geográficos como ríos y cañones. Cada puente se diseña con un propósito concreto y son grandes obras de la ingeniería, pero su mérito no acaba ahí, pues gran parte de ellos se convierten en lugares de referencia e interés gracias a sus arquitecturas. Algunos son grandes e interminables, otros simplemente destacan por su gran belleza, pero todos consiguen sorprender y enamorar.
Golden Gate en San Francisco
Con su característico color rojo, es uno de los puentes colgantes más icónicos del mundo y por ello ostenta el título de ser el puente más fotografiado del mundo. Con una calzada de tres carriles en cada sentido y carriles especiales para ciclistas y peatones, el Golden Gate se considera la obra de ingeniería de su época. Su construcción comenzó en el año 1937 y no se terminó hasta cuatro años después. Curiosidamente y a pesar de lo que la gente cree, el puente no es de color rojo, sino “Naranja Internacional” un color que resalta especialmente los días de niebla, un efecto meteorológico habitual en la ciudad de San Francisco.
Puente de la torre en Londres
El puente de la Torre de Londres es uno de los mayores símbolos de la ciudad. Fue construido en plena época victoriana durante el siglo XIX por la necesidad de ampliar las rutas de comercio, de hecho, la estructura del arco se hizo con la suficiente altura para que los mástiles de los barcos pudieran pasar sin romperse. Está formado por dos torres de estilo neogótico característico de esa época. Hoy día el puente se levanta puntualmente cuando tiene que salir algún barco de grandes dimensiones.
Puente de Brooklyn en Nueva York
Es, junto al puente de San Francisco, el más famoso del mundo. La obra, que data del siglo XIX, ha aparecido en numerosas películas de culto como Manhattan o Godzilla y es además protagonista de multitud de cuadros de grandes empresas como Ikea. Se construyó para mejorar la conexión entre Nueva York y Brooklyn, ya que antes de su construcción tan sólo se podía hacer desde un ferry que cruzaba el río East. Desde su levantamiento hasta 20 años después fue el puente colgante más grande del mundo , y el primero en utilizar cables de acero para su suspensión.
Puente de Rialto en Venecia
Si ya de por sí Venecia es una de las ciudades más bellas y románticas del mundo, ¿imaginas cómo será el puente? una verdadera joya. Es el más antiguo de la ciudad y es habitual ver a los turistas y a las parejas sobre las góndolas paseando por el Gran Canal bajo el puente. Tras varias construcciones y derrumbes, finalmente el Puente de Rialto se levantó para quedarse en 1591, convirtiéndose en uno de los principales puntos turísticos de la ciudad.
Puente viejo en Bosnia
El puente viejo (Stari Most) de Bosnia atraviesa la ciudad vieja de Mostar, y es una de las obras más famosas de la antigua Yugoslavia. La estructura está flanqueada por dos torres llamadas la Torre Halebija y la Torre Tara, que se añadieron más tarde, en el siglo XVII, y cuenta con una longitud de treinta metros de largo, y cuatro de ancho. Fue uno de los símbolos durante la guerra de Bosnia, que dejó más de 200.000 muertos entre los años 1992 y 1995. Fue durante esta guerra que el puente fue el objetivo de una detonación ordenada por un Comandante del Consejo de Defensa. Finalmente, tras la paz, se comenzaron las obras de reconstrucción con la ayuda de la UNESCO, organización que años más tarde le otorgó el título de Patrimonio de la Humanidad, en 2005.